domingo, 17 de mayo de 2009

Papadzules: desayuno yucateco

¿Porqué un neoleonés prepara un desayuno yucateco si por acá casi nadie lo conoce?
Simple y sencillamente porque es delicioso y porque desde que Martín Ek me enseñó a prepararlo lo hago cada tres ó cuatro meses.
Nadie sabe a ciencia cierta lo que significa 'papadzul', ni siquiera los Maya-Parlantes que todavía se comunican en la vieja lengua repleta de 'chés', 'emes' y 'kás' pero Martín me dijo que significaba algo así como "comida de varones" (que eso no te detenga, querida W)
Por ello, enronqueciendo la voz, empiezo:

3 huevos a endurecer (los pongo a hervir 12 minutos). Puse solamente tres porque solo uno de mis hijos y yo mismo tendremos el privilegio de desayunar al estilo del sureste. Los otros dos descastados prefirieron 'waffles'. No me explico como se dejan invadir por lo gringo, assholes!

 






Simultáneamente, en medio litro de agua, se pone a hervir una rama de epazote. Los desafortunados habitantes de latitudes en que no exista esta hierba podrían conseguir cierta similitud sustituyéndola por perejil.
Ahí mismo se agrega consomé de pollo en polvo.
Claro que si eres cocinero(a) de alcurnia y tienes verdadero fondo de pollo, los resultados serán aún mejores.





Aquí y ahora, hic et nunc, el ingrediente principal: ¡pepitas de calabaza!
Ya debes haber advertido que estas no son de calabaza sino de girasol pero, ¿acaso dejaremos de erotizarnos porque no tenemos a Penélope Cruz?
vive la versatilitè!

En México "pepita" es "semilla descascarada"

Las pepas y el caldo de pollo con el sabor del epazote (se excluye la rama) se licúan y la salsa resultante se fríe en un masculino (asi es por acá) sartén.
 
Fríes, con ligerísimo aceite, algunas tortillas de maíz.
Si eres lituano, madagascareño ó letón seguramente no tendrás estas tortillas. Bueno, las puedes sustituir por...por..
¡pan de pita!



Empapa cada tortilla en la salsa de pepitas.

pica el huevo, rellena las tortillas, hazlas taco (o sea, dóblalas), báñalas  con mas salsa y acompaña el platillo con lechuga, rábanos, jícama y queso fresco.
No pude mostrar la presentación final por abulia de la pila de la cámara y porque mi proverbial desmadre hace que no encuentre el cargador.

Te aseguro que quedan deliciosos y que hasta se rescata el extraviado nacionalismo culinario porque uno de mis desnaturalizados vástagos, al ver que su hermano y su padre babeaban como perros en el laboratorio de Pavlov, traicionó al waffle y comió el único papadzul sobrante.

1 comentario:

Workaholica dijo...

Precisamente.... justo antes de hacerle clic a la liga pensaba:

¿Qué hace un neoleonés preparando un platillo Yuca?

Antes de una reacción totalmente "androfóbica" de mi parte, tendrías que aclarar si Martín se refería a:
¿Comida de varones o a comida de Barones?... si es correcta la 1a.... llégale a tu vicio!!!.... si es la 2a.... tendrás que enseñarme tu título de nobleza... ja!

El huevo cocido me cae "pesadito" mejor échate una receta de machaca con huevo... ahí sí le entro gustosísima...

Besos defeños